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Misal

24-Septiembre-2020

PRIMERA LECTURA

Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 1, 2-11

Todas las cosas, absolutamente todas, son vana ilusión. ¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos en la tierra? Pasa una generación y viene otra, pero la tierra permanece siempre.

El sol sale y se pone; corre y llega a su lugar, de donde vuelve a salir. Sopla el viento hacia el sur y gira luego hacia el norte, y dando vueltas y más vueltas, vuelve siempre a girar. Todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena; regresan al punto de donde vinieron y de nuevo vuelven a correr.

Todo es difícil de entender: no deja el hombre de cavilar, no se cansan los ojos de ver ni los oídos de oír. Lo que antes existió, eso volverá a existir. Lo que antes se hizo, eso se volverá a hacer. No hay nada nuevo bajo el sol.

Si de alguna cosa dicen: “Mira, esto sí es nuevo”, aun esa cosa existió ya en los siglos anteriores a nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.

Palabra de Dios.

SALMO

Del Salmo 89

R. Tú eres, Señor, nuestro refugio.

Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como una breve noche. R.

Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba, que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita y se seca. R.

Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R.

Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R.

ACLAMACIÓN

Aleluya, Aleluya

Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es por mí, dice el Señor.

Aleluya, Aleluya

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 7-9

En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Pero Herodes decía: “A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?” Y tenía curiosidad de ver a Jesús.

Palabra del Señor.