ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que nos sanas corrigiéndonos y nos animas perdonándonos, concédenos poder alegrarnos por el anhelado buen tiempo, y hacer siempre uso de los dones de tu bondad para gloria de tu nombre y salvación nuestra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Jesucristo no fue primero “sí” y luego “ no”. Todo él es un “sí”.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 1, 18-22
Hermanos: Dios es testigo de que la palabra que les dirigimos a ustedes no fue primero “sí” y luego “no”. Cristo Jesús, el Hijo de Dios, a quien Silvano, Timoteo y yo les hemos anunciado, no fue primero “sí” y luego “no”. Todo él es un “sí”. En él, todas las promesas han pasado a ser realidad. Por él podemos responder “Amén” a Dios, quien a todos nosotros nos ha dado fortaleza en Cristo y nos ha consagrado. Nos ha marcado con su sello y ha puesto el Espíritu Santo en nuestro corazón, como garantía de lo que vamos a recibir.
Palabra de Dios.
SALMO
Del salmo 118
R/. Míranos, Señor, benignamente.
Tus preceptos, Señor, son admirables, por eso yo los sigo. La explicación de tu palabra da luz y entendimiento a los humildes. R/.
Hondamente suspiro, Señor, por guardar tus mandamientos. Vuélvete a mí, Señor, y compadécete de mí, como sueles hacer con tus amigos. R/.
Haz que sigan mis pasos tus caminos y que no me domine la malicia. Mira benignamente a tu siervo y enséñame a cumplir tus mandamientos. R/.
ACLAMACIÓN
Aleluya, Aleluya
Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos. R/.
Aleluya, Aleluya
EVANGELIO
Ustedes son la luz del mundo.
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”.
Palabra del Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad nuestro servicio para que esta ofrendase convierta para ti en don aceptable y para nosotros, en aumento de nuestra caridad.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Señor, tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi ayuda. Tú eres mi Dios.
ORACIÓN DESPÚES DE LA COMUNIÓN
Señor, que la virtud medicinal de este sacramento nos cure por tu bondad de nuestras maldades y nos haga avanzar por el camino recto.
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