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Misal

Misal del Día

ANTÍFONA DE ENTRADA

Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, infunde bondadosamente tu Espíritu en nosotros, para que nuestros corazones sean fortalecidos por aquel amor invencible con el que tu santo mártir Vicente venció todos los tormentos corporales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

De la carta a los hebreos 7, 1-3. 15-17

Hermanos: Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de Abraham, cuando éste volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo. Abraham le dio entonces la décima parte de todo el botín. El nombre de Melquisedec, significa rey de justicia y el título rey de Salem, significa rey de paz. No se mencionan ni su padre ni su madre, y aparece sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Es la figura del Hijo de Dios, y como él, permanece sacerdote para siempre. En efecto, como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los sacerdotes fueran de la tribu de Leví. La palabra misma de Dios lo atestigua, cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec. 

Palabra de Dios.

SALMO

Salmo 109

R/. Tú eres sacerdote para siempre.

Esto ha dicho el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha; yo haré de tus contrarios el estrado donde pongas los pies”. R/.

Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. R/.

Es tuyo el señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba. R/.

Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec”. R/.

ACLAMACIÓN

Aleluya, Aleluya

Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo. R/.

Aleluya, Aleluya

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: “Levántate y ponte allí en medio”.

Después les preguntó: “¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana. Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús. 

Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica, Señor, con tu bendición, los dones que te presentamos, para que, por tu gracia, nos inflamen en aquel fuego de tu amor con el que san Vicente venció en su cuerpo todos los tormentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

El que me sigue no caminará en la oscuridad y tendrá la luz de la vida, dice el Señor.

ORACIÓN DESPÚES DE LA COMUNIÓN

Que el santo sacramento que recibimos, Señor, nos comunique aquella fortaleza de espíritu que hizo a tu mártir san Vicente fiel en tu servicio y victorioso en su pasión. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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