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Misal del Día

PRIMERA LECTURA

Los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura. 

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 17-11, 2 

Hermanos: Si alguno quiere enorgullecerse, que se enorgullezca del Señor, porque el hombre digno de aprobación no es aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. Ojalá soportaran ustedes que les dijera unas cuantas cosas sin sentido.

Sopórtenmelas, pues estoy celoso de ustedes con celos de Dios, ya que los he desposado con un solo marido y los he entregado a Cristo como si fueran ustedes una virgen pura. 

Palabra de Dios.

SALMO

Del salmo 148, 1-2. 11-13a.13b-14.

R/. Que alaben al Señor todos sus fieles. 

Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos. R/.

Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. R/.

Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él. R/.

ACLAMACIÓN

Aleluya, Aleluya

Permanezcan en mi amor. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante. R/. 

Aleluya, Aleluya

EVANGELIO

Va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. 

Del santo Evangelio según san Mateo: 13, 44-46 

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.

El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra”. 

Palabra del Señor.